Las etiquetas Bluetooth Low Energy (BLE) han evolucionado rápidamente desde simples mosaicos de seguimiento hasta potentes plataformas para seguimiento e información contextual. Al explotar las capacidades de las etiquetas BLE modernas, ahora es posible desarrollar soluciones de seguimiento inteligentes que brinden visibilidad en tiempo real y análisis basados en datos para activos en diversos entornos.
En esencia, las etiquetas BLE son dispositivos altamente integrados que incorporan sensores, motores de ubicación, procesamiento y algoritmos para analizar datos localmente antes de transmitir metadatos a la nube. Las unidades de microcontrolador calibradas con datos de sensores como acelerómetros y giroscopios pueden detectar perfiles de movimiento para determinar si los activos se están moviendo, inclinando o experimentando golpes. Los sensores de temperatura y humedad monitorean las condiciones ambientales de productos perecederos o equipos sensibles. Las etiquetas también pueden contener impresiones de referencia de perfiles de sensores ambientales, lo que permite la inferencia integrada de anomalías.
Con Bluetooth 5.1 y posteriores, las etiquetas transmiten paquetes de radio en un patrón esférico para obtener un mejor alcance en interiores. Las técnicas de ángulo de llegada y ángulo de salida localizan etiquetas con una precisión de un metro determinando la dirección de propagación de las ondas de radio. Para conservar energía, las etiquetas permanecen inactivas hasta que los estímulos sensoriales las despiertan. Las transmisiones periódicas de balizas sincronizadas con el tiempo evitan que las etiquetas pierdan la conexión.
En el backend, las puertas de enlace BLE y los anclajes de ubicación unen datos de etiquetas individuales en una vista holística de toda la red de activos. Los mapas de ubicación impulsados por redes neuronales rastrean los movimientos a lo largo del tiempo. Las API incorporan datos de sensores para integrarlos con sistemas de inventario y plataformas de análisis de datos. Los módulos de aprendizaje automático detectan patrones de uso y eventos inusuales. La inteligencia resultante permite capacidades predictivas: pronosticar la demanda de activos, prescribir rutas óptimas, alertar sobre necesidades de mantenimiento preventivo, entre otros casos de uso.
Las empresas de logística colocan etiquetas BLE a prueba de manipulaciones en contenedores y remolques para rastrear su procedencia en todos los continentes. Los perfiles de temperatura ayudan a determinar la vida útil restante de los productos perecederos en tránsito. Los senderos de ubicación proporcionan evidencia para reclamos de seguros. Los fabricantes de automóviles incorporan etiquetas en las piezas de automóviles para evitar la falsificación y realizar un seguimiento a lo largo de la línea de montaje. Los minoristas monitorean el comportamiento de compra detectando que los clientes llevan productos etiquetados. Las etiquetas BLE incluso ayudan a localizar equipos hospitalarios más rápidamente.
En resumen, las etiquetas BLE altamente funcionales junto con el software inteligente abren nuevas posibilidades para que las organizaciones obtengan una visibilidad sin precedentes y conocimientos prácticos sobre sus flujos de activos. La versatilidad, el bajo costo y la facilidad de implementación de estas etiquetas las convierten en atractivos habilitadores de IoT para el seguimiento inteligente en diversas aplicaciones industriales.