Con el crecimiento explosivo del Internet de las cosas (IoT), las tecnologías inalámbricas como Zigbee se están volviendo cada vez más vitales. Zigbee proporciona capacidades de red inalámbrica de corto alcance, bajo consumo y bajo costo, perfectas para dispositivos IoT. La historia del desarrollo de Zigbee a lo largo de los años ilustra cómo se ha convertido en un estándar clave que sustenta el mundo conectado.
A finales de la década de 1990, los ingenieros reconocieron la necesidad de un protocolo inalámbrico abierto optimizado para sensores y controles remotos. Empresas como Motorola, Philips e Invensys formaron una alianza para estandarizar dicha tecnología. Lo llamaron Zigbee por los patrones de vuelo en zigzag de las abejas que transportan polen entre las flores.
La primera especificación Zigbee fue ratificada en 2004 como estándar IEEE 802.15.4-2003. Proporcionó una red de área personal inalámbrica de baja velocidad de datos utilizando la banda de radio de 2,4 GHz. Zigbee operaba a sólo 250 Kbps pero tenía una excelente capacidad de alcance y requería poca energía. Estos atributos hicieron que Zigbee fuera ideal para transmitir periódicamente pequeños paquetes de datos desde puntos finales de IoT.
A lo largo de los años, Zigbee Alliance continuó desarrollando el estándar. Zigbee 2006 agregó topologías de red avanzadas, como redes de malla, que aumentaron la confiabilidad. Posteriormente, Zigbee PRO se basó en la especificación principal mejorando la interoperabilidad. También se introdujo una versión del protocolo de bajo consumo de energía para prolongar la duración de la batería de los dispositivos.
Más recientemente, Zigbee 3.0 proporcionó importantes mejoras en seguridad, escalabilidad y rendimiento. Introdujo un cifrado AES-128 robusto y claves de cifrado de datos por enlace. La compatibilidad con más de 65 000 nodos por red mejoró las implementaciones de dispositivos a gran escala. Y los perfiles de aplicaciones interoperables simplificaron la integración con sistemas inteligentes de automatización de edificios y hogares.
Hoy en día, Zigbee sigue desempeñando un papel clave en el panorama de IoT. Los principales proveedores como Signify, Itron y Alexa dependen de Zigbee para iluminación conectada, medidores inteligentes y controles de dispositivos. Destaca en la transmisión periódica de pequeños paquetes de datos desde una gran cantidad de dispositivos de bajo consumo. Esto lo hace ideal para casos de uso de monitoreo y detección remota.
A medida que evoluciona el IoT, Zigbee también se adapta. Zigbee Green Power ahora permite que dispositivos sin batería transmitan datos recolectando energía de las acciones del usuario. Y Zigbee RF4CE permite controles remotos avanzados y dispositivos domésticos inteligentes. Mientras tanto, el próximo Zigbee 3.1 promete mejoras significativas, como transmisiones 8 veces más amplias para reducir la congestión de la red.
Durante más de dos décadas, Zigbee ha sido el pegamento inalámbrico que conecta dispositivos y sistemas de IoT. Sus redes de malla simples y confiables ayudan a los desarrolladores a vincular fácilmente miles de sensores y conmutadores de bajo consumo en ecosistemas interoperables. A medida que sigan proliferando las implementaciones de IoT, este estándar maduro y probado en el campo seguirá siendo una parte esencial del futuro conectado. Zigbee ha recorrido un largo camino desde sus inicios, pero todavía tiene un papel importante que desempeñar en la construcción del mundo inteligente del mañana.