Con un movimiento de muñeca, John abrió la puerta de la oficina y caminó por el pasillo. Al pasar por una sala de conferencias, apareció una notificación en su reloj inteligente: «La reunión de ventas comienza en 5 minutos». Sin perder el paso, John se metió en la sala de descanso para tomar un café antes de la sesión informativa diaria.
Momentos como estos ilustran el potencial de las balizas Bluetooth. Estos pequeños transmisores inalámbricos transmiten señales que brindan una nueva dimensión de conocimiento de la ubicación e interactividad del mundo que nos rodea.
Entonces, ¿cómo estos dispositivos inocuos permiten una funcionalidad tan útil? Todo se reduce al poder de la proximidad. Las balizas emiten señales inalámbricas de corto alcance con un identificador Bluetooth. Las aplicaciones móviles detectan cuando estas señales entran y salen del alcance, lo que les permite detectar la proximidad de un usuario a una ubicación habilitada para balizas.
Luego, las aplicaciones pueden desencadenar experiencias personalizadas basadas en este contexto de ubicación. Desde recordarte una próxima reunión cuando llegues al trabajo hasta enviar descuentos cuando estés cerca de tu tienda favorita en el centro comercial, las posibilidades son infinitas.
En cuanto al hardware, las balizas son elegantemente simples. Aproximadamente del tamaño de una baraja de cartas, tienen cuatro componentes principales: un transmisor Bluetooth, batería, antena y carcasa. Empresas como Estimote y Kontakt ofrecen paquetes de balizas llave en mano que están listos para implementarse de inmediato.
Puedes colocar estos discretos dispositivos prácticamente en cualquier lugar: detrás del marco de un cuadro, encima de una puerta o debajo de una mesa. Su potencial radica en llenar nuestros espacios con una malla invisible de interactividad inalámbrica.
Si bien es joven, la tecnología de balizas parece preparada para un crecimiento masivo, ya que ofrece una clara utilidad tanto para los consumidores como para las empresas. Del lado del consumidor, las balizas crean oportunidades para agilizar las tareas diarias y eliminar molestias. Servicios que ni siquiera sabemos que queremos todavía, como una aplicación que le recuerda dónde estacionó, se vuelven posibles.
Para las empresas, las balizas proporcionan un nuevo canal para atraer digitalmente a los clientes en su propio territorio. Imagínese tomar una taza de café en su cafetería local y recibir una notificación automática para recibir un pastelito gratis. Ofrecer ofertas hipercontextuales como esta genera lealtad.
¿Las balizas Bluetooth cumplen hoy su promesa? En muchos sentidos, sí: la tecnología base ya permite una funcionalidad revolucionaria si se aplica de forma creativa. Al mismo tiempo, todavía estamos en una fase temprana de darnos cuenta de todo el potencial disruptivo del compromiso basado en la ubicación. Como ocurre con cualquier tecnología nueva, hay una fase de descubrimiento de las “aplicaciones asesinas” que hacen que las balizas sean indispensables. Pero el viaje parece brillante.